Dios y el sufrimiento: ellos te serán como joyas
Hace pocos días tuve la oportunidad de ir a un hospital de especialidades a que me hicieran un análisis de sangre. Llegué a la sala de extracciones y me formé en la fila. Ya había pasado por esto otras veces, así que estaba en general relajado, pero creo que, en el fondo, el pensamiento de una aguja entrando en mis venas me creaba cierto desconcierto.
No tuve tiempo de pensar mucho en esto.
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